Diario de lecturas

                                        Diario de Lecturas:

No existe ascensor al éxito, debes subir las escaleras.







Fallarás el 100% de las cosas que no intentes.




Descripción de rostros:

Nico tiene un rostro que transmite una expresión seria y preponderante. Unos ojos intensos color café, bien oscuros. Unos labios gruesos y agrietados, una mandíbula marcada y una nariz perfectamente envidiable. También en su rostro tiene algunas cicatrices de acné que le generan inseguridades y un lunar atrás del cuello, debajo de su pelo castaño y corto que lo identifica.
Aunque su actitud seria lo caracterice, siempre que lo veo me regala una sonrisa gigante que me transmite amor, confianza y seguridad.


Esquina de mi barrio:

Es una mañana fría y con algo de nubes. La esquina de mi barrio se caracteriza por el constante movimiento de autos y transeúntes. En ella hay un pequeño santuario hecho de piedras blancas donde, protegida con unas rejas y placas de vidrio, se encuentra la escultura de la virgen María. Cada tanto los vecinos la decoran con flores, estampitas y rosarios, y suelo observar que algunas personas cuando pasan por ahí, hacen la señal de la cruz frente a la virgen. 
También en este mismo lugar, se encuentra la parada del colectivo de la línea 78, por lo cual se ve en todo momento bastante frecuentada. Imagino que la mayoría de los que toman el colectivo allí, se dirigen a la zona más concurrida de mi barrio, el centro de Villa Ballester, que no queda a muchas paradas de esta esquina. En el señalador de la parada, hay un cartel viejo y oxidado que indica que el cruce es peligroso. 
La vereda de este lugar tiene partes con pasto y otras con cerámica. En esta época del año siempre está cubierta de hojas secas que vuelan de los árboles que tiene a unas casas de distancia. Y hablando de las casas, en esta esquina se encuentra una en donde solo se ven sus paredes, pitadas de un color azul oscuro que tiende al gris y se encuentran grafiteadas con aerosol blanco. Su jardín da al exterior, pero no se puede apreciar porque está cubierto con unas extensas rejas negras. 
Un último señalador se encuentra en esta esquina, un clásico letrero azul que señala que me encuentro parada entre las calles Italia y Avellaneda.






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