Sesenta Segundos
Taller de Expresión I
Catedra ReaeleComisión 56
Profesor: Santiago Castellano
Estudiante: Ariana Belén Pastorino.
Consigna: Escribir un cuento donde el narrador o la narradora sea en primera persona.
Sesenta
segundos
Son las cuatro de la mañana. Me acabo de levantar. Me dirijo
a la cocina para prepararme un café y salir a la calle para comenzar con mi
día. Al abrir la puerta me quedo estático. No puedo reaccionar, no sé cómo
describir lo que mis ojos están viendo. Me encuentro solo. No veo ni una sola
persona, ningún auto, ningún árbol, ni calles. Estoy atrapado en un cuadrado
gigantesco, vacío y de color rosado. Es lo único que veo.
Mi ciudad se acaba de convertir en una especie de sala de
escape. Estoy desesperado, pero intento pensar para poder salir de este lugar.
Otra vez el temor me sacude, comienzo a notar como el cuadrado se empieza a
mover. Aún peor, me doy cuenta que el cuadrado comenzó a reducirse.
Pasan las
horas y no encuentro explicaciones. Entre la desesperación y el no entender que
hacer llevo la cuenta de que este cuadrado se achica cada sesenta segundos.
Comienzo a sentir que me falta el aire y cada vez tengo menos tiempo para
escapar de esto. Se me ocurre comenzar a empujar las “paredes” de este
cuadrado, pero nada sucede, son muy duras. Grito, y solo escucho mi propio eco.
Nuevamente pasan sesenta segundos y comienzo a ver como todo
se reduce más y más. Ya logro ver los cuatro extremos. No tengo más opción que
rendirme y esperar a que esto se cierre.
Ya sin espacio
para moverme y con un pánico inexplicable, cierro los ojos y cuento los últimos
sesenta segundos.
Abro los ojos de un sobresalto y la sensación de susto
invadió mi cuerpo. Me acabo de levantar, aunque no estoy seguro de estar
despierto. Veo el reloj, son las cuatro de la mañana. Esta vez no me atrevo a
levantarme.
Sueño: Soñé que me encontraba dentro de un cuadrado
gigante que de a poco se iba haciendo cada vez más chico. Se cerraba y yo
comenzaba a desesperarme buscando una forma de salir. Cuando el cuadrado se
cerró del todo, desperté.
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