Lunes

 Taller de Expresión I 

Catedra Reaele 
Comisión 56 
Profesor: Santiago Castellano 
Estudiante: Ariana Belén Pastorino. 
Consigna: A partir de los materiales recolectados en la mesa de poesía, escribir un cuento que los incluya. 
 
Lunes 
Mi hermana Ana y yo compartimos muchas cosas. Desde nuestra ropa y maquillajes, hasta nuestro extraño amor por los lunes. Digo extraño, ya que comúnmente es el día más criticado. Tal vez por el hecho de regresar a la rutina, pero para nosotras significaba mucho más que eso. Desde pequeñas, los lunes nuestro padre llegaba del trabajo y nos traía chocolates amargos, nuestros favoritos, y luego de la exquisita cena que nos preparaba mamá, los cuatro terminábamos el día viendo una película en el living de nuestra casa, comiendo los chocolates de postre. Todos somos un poco indecisos y a la hora de elegir que película ver nos llevaba un largo rato decidirnos. Pero el voto final lo teníamos nosotras, que optábamos siempre por ciencia ficción.  
Antes de que la película termine, Ana y yo solemos quedarnos dormidas y mágicamente, como nos gusta definirlo a nosotras, al día siguiente amanecíamos en nuestras camas. De camino a la escuela, todas las mañanas charlábamos y opinábamos de la película que vimos hasta donde el sueño logro ganarnos y nuestros padres nos llevaban al cuarto.  
Pero nuestros lunes comenzaron a oscurecerse el día que papá llego con la noticia de que había aceptado un nuevo puesto de trabajo, el problema es que era en otro país, exactamente en México, a kilómetros y kilómetros de casa.  
Nos costó mucho procesar la noticia, ya que era un sinfín de emociones encontradas para los cuatro. Por un lado era un gran acenso para nuestro padre y para la estabilidad de nuestra familia, pero por el otro, ¿Cómo llevaríamos la distancia? Ni siquiera sabíamos con exactitud cuanto seria el tiempo que papá tardaría en regresar. 
En cuestión de muy pocos meses la vida y rutina de nuestra familia cambio por completo. Nos llevó mucho acostumbrarnos, y a la noche la tristeza nos tumbaba a todas. El tiempo nos anestesió, nos hizo más fuertes y con Ana nos volvimos mucho más independientes, colaborábamos con mamá en absolutamente todo. Para papá tampoco fue fácil, trabajaba largas horas y todos los días terminaba exhausto. Para él absolutamente todo era nuevo y desconocido. Además se sentía culpable de su lejanía, le dolía estar fuera de muchas ocasiones especiales, como el día que me gradué, sin dudas uno de los más difíciles.  

Con el pasar de los meses fuimos manejando la distancia lo mejor que pudimos. Las redes y la tecnología fueron nuestro mejor aliado, mantenían nuestros corazones unidos a través de mensajes, videos, fotos y llamadas. Nuestros lunes de películas se convirtieron en lunes de videollamadas, en donde todos juntos compartíamos la cena a través de nuestros celulares. 
Con el tiempo nos dimos cuenta que la distancia te enseña muchas cosas, como que la vida se resume en los momentos que pasas con tus seres queridos, y que sus abrazos son energía pura para continuar. La distancia fortaleció sin lugar a dudas nuestra relación, pero hoy, por fin comenzamos con la cuenta regresiva. Luego de dos años, nuestro padre tiene fecha de regreso y es dentro de tres semanas. Nos encontramos muy felices y ansiosas, preparándole una bienvenida inolvidable con toda la familia. No hay nada que deseemos más que vuelvan nuestros lunes de películas con chocolate tradicionales.